La Florida fue, en un pasado remoto, hábitat de poblaciones aborígenes establecidas en la congruencia de los ríos que dan nacimiento al río Quinto. En el siglo XVIII, y como consecuencia de la explotación de la mina de oro de La Carolina, aparecieron en la zona los primeros asentamientos europeos ligados, como El Trapiche, a la molienda de piedra aurífera.
A comienzos del siglo XX, la zona comprendida por los rios Trapiche, Grande y el nacimiento del Quinto, fue elegida por los sanluiseños como centro turístico y de residencia veraniega.
A mediados de la presente centuria, se construyó el Dique La Florida, el cual embalsa las aguas de los mencionados ríos Grande y Trapiche. Este espejo de agua modificó sustancialmente el paisaje, dando origen a la actual Villa de La Florida que muestra un pujante desarrollo turístico.
Con una buena temperatura media tanto en verano como en
invierno, las aguas cristalinas del embalse ofrecen excelentes posibilidades para las actividades náuticas, con una notable demanda para la práctica de buceo, esquí, wind-surf y pesca. Asimismo, dos obras de real interés, como la Estación de Piscicultura y la Reserva Floro-faunística, completan los atractivos participando fundamentalmente de la identidad del lugar.
El Embalse está situado a 47 km al noreste de la ciudad de San Luis, y se accede al mismo a través de la ruta provincial N° 9 de excelente pavimentado. El espejo de agua cubre una superficie importante, aproximadamente unas 728 hectáreas, con un ancho máximo de 4 km y una profundidad media de 12 m, aunque la máxima alcanza los 45 m, ideales para la práctica de buceo.
Lomadas bajas y suaves serranías componen el bello entorno paisajístico que se completa con ideales sitios para acampar y realizar caminatas aspirando profundamente el aroma de la naturaleza.

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