E n poco menos de lo que se tarda en leer un
diario, el turista ávido de imágenes, colores y sensaciones se encontrará con el lago
Potrero de los Funes. Sólo 17 km separan la capital sanluiseña de este hermoso espejo de
agua rodeado por la sierra. Se accede al mismo a través de la muy buena ruta provincial
N° 20. Tras pasar la zona residencial de El Chorrillo - Ciudad Juana Koslay-, se presenta
una encrucijada vial que, mediante la ruta provincial N° 18, lleva a destino.
El lago del Potrero de los Funes se aparecerá casi súbitamente luego de recorrer la
Quebrada de los Cóndores cuyas paredes fueron abiertas para un mejor tránsito en la
zona. La roca desnuda se yergue imponente a ambos lados de la ruta, y las escarpadas
laderas muestran enormes bloques de piedra que invitan a muchos cultores del andinismo a
escalar asiduamente las mismas.
El lago, ubicado a unos 1.000 m de altura sobre el nivel del mar, y su valle serrano dan
cabida a una combinación de colores que silencian cualquier comentario que pueda hacerse.
La tierra rojiza, las aguas en tonalidades verdes azulinas, las serranías entre marrones
y ocres, y las fragancias surgidas de las hierbas y pastos que naturalmente crecen en la
zona, conforman una sucesión de sensaciones que exaltan los sentidos de todo aquel que
transite por el Potrero de los Funes.
Pocos vientos, temperatura agradable durante casi todo el año, cielos limpios y buen sol
se conjugan perfectamente con las aguas del lago para llevar a cabo una buena cantidad de
deportes náuticos como el ski acuático, el wind surf, buceo, motonáutica y navegación
a vela. Por cierto que también la caza y la pesca son actividades lógicas en semejante
paisaje; caza menor y, en especial, pesca de pejerreyes y carpas que pocos turistas
imaginaron hallar en San Luis
Al encanto del paisaje y la actividad deportiva, se le suma la posibilidad de excelentes
lugares para camping y un formidable hotel casino de nivel internacional construido en la
margen del mismísimo lago. Naturaleza y comodidad al alcance de todos.