Es el máximo santuario de la religiosidad popular de la provincia.
Todos los años, entre el 1 y 2 de mayo, se congrega una multitud de peregrinos., y el día 3 culmina el fervor con la procesión que, encabezada por la venerada imagen del Santo Cristo de la Quebrada, recorre las calles del pueblo.
La villa se encuentra a 38 kilómetros de la capital de la provincia, en la falda occidental de la sierra de San Luis. Le sirven de marco los cerros La Bandera y Tinaja, de 320 metros, con su Vía Crucis constituido por catorce grupos escultóricos que describen con gran realismo el drama del Gólgota. La obra es un conjunto de figuras de tamaño natural, realizadas en mármol de Carrara por Nicolás Arrighini, escultor italiano especializado en arte sacro. Fue traído a la provincia por el recordado obispo, monseñor Emilio Antonio Di Pascuo, e inaugurado el 3 de mayo de 1952.
Una piadosa tradición nos habla del origen de la devoción. Don Juan Tomás Alcaraz, vecino del paraje E1 Guanaco, allá por la mitad del siglo pasado, al hachar un corpulento algarrobo, descubrió en la entraña misma de la madera un hueco que alojaba una pequeña imagen del crucificado.
Tocado en su fibra más íntima, allí mismo, levantó una precaria capilla y construyó su vivienda, donando los terrenos contiguos a parientes y amigos, constituyéndose así una pequeña población. La "capilla de los Alcaraz" perteneció a descendientes de don Juan Tomás hasta noviembre de 1945, cuando fue adquirida por el Obispado de San Luis, que regularizó el culto de la venerada reliquia. El historiador Juan W. Gez aportó precisiones históricas y data en el año 1868 la fundación oficial de la Villa de la Quebrada sobre un lote de varias cuadras donado por el Alcalde. Por lo tanto, piensa que el hallazgo debió haber tenido lugar en la década 1850 al 60. El crucifijo de madera, de unos treinta centímetros de altura, con un pedestal escalonado, de líneas que permiten atribuirle un origen colonial, está realizado en madera policromada. Se lo conserva y proteje, dentro de una cruz de hierro forjado, con cristales tallados.